Cultura de proyectosEnfoqueÉxito

Decía Tom Peters que los wow projects son aquellos que despiertan nuestras emociones, que marcan la diferencia, que representan una oportunidad, que nos motivan, en los que vale la pena emplear un año de tu vida… Pero hay otro tipo de proyectos donde sucede todo lo contrario: si puedes evitarlos y mantenerte al margen, mucho mejor. Bienvenidos a los i-Projects:

  • Proyectos i-mposibles. Tienen unos objetivos de fantasía, son inalcanzables y, lo que es peor, se sabe desde el principio. Entonces, ¿porqué se llevan a cabo? Unas veces por inconsciencia o por un optimismo excesivo, casi temerario. Otras, por los beneficios que, más allá de los logros del propio proyecto, pueda obtener el negocio (asociación con otra empresa, entrada en un nuevo mercado, etc.). Pero si el equipo no lo sabe y se le esconde, será difícil que se implique o impedir que lo abandone a la primera oportunidad. Y además nos arriesgamos a perder su confianza en los próximos proyectos. 
  • Proyectos i-ndeseables. Se entrega algo que nadie quiere o que nadie necesita. Hay más proyectos de los que parece cuyo resultado no llega a utilizarse nunca. ¿Pueden las empresas o las Administraciones Públicas embarcarse en este tipo de proyectos, con el consiguiente gasto de tiempo, dinero y recursos que se desperdician? Podría evitarse con una estrategia adecuada, que pasaría por un análisis detallado de los requisitos y la implicación de los stakeholders desde el principio, sobre todo de los futuros usuarios, si su apoyo se identifica como clave en la aceptación final del proyecto.
  • Proyectos i-nterminables. Más que terminarlos, se abandonan. Proyectos en los que el Alcance se ha descontrolado, se piden cambios constantes y de última hora, el equipo no se adquiere ni se libera de la forma adecuada, quedan flecos por resolver y nadie parece haberse quedado al mando. ¿Hay alguien? Al final, como sucede en el ejemplo del columpio, ya no se sabe ni lo que se ha pedido, ni lo que finalmente se entrega.
  • Proyectos i-deales. No los busques, porque no existen. Y de haberlos, quizá tampoco querríamos estar en ellos… Se trataría de proyectos donde todo se desarrolla según lo previsto y siempre acaban bien, probablemente porque siempre están dentro de la misma zona de confort, sin ninguna innovación que implique incertidumbre o riesgos. Y sin emoción ni nuevos retos, tampoco habría motivación para el equipo y resultaría difícil mantener el talento, o aparecería la relajación y con ello la posibilidad de errores. Con lo que, en cualquier caso, los proyectos dejarían de ser ideales.

¿Te resultan familiares los i-Projects? Curiosamente, todos son proyectos en los que el Inicio y el Cierre, esos procesos que siempre tenemos la tentación de esquivar, pueden marcar la diferencia. Quizá ya sea hora de que entendamos el valor que aportan y les dediquemos el esfuerzo necesario.